Parte III. El Final

Un viaje inesperado a los pensamientos mas profundos, en dónde lo irremediable ¡Ya no se llora! La muerte solo nos hará el amor al amanecer y temo a mis profecias, la eternidad se confunde con la mañana, olvidemos que existimos en este mundo lleno de ruinas. Rumores a nuestras espaldas solo esperan la lluvia para que los deje completamente locos ¿Mencioné que estaban locos?
Un tiroteo se escucha a lo lejos, un hombre con sombrero nos saluda para pasear por el desierto, una ola de antiguedades se inmiscuye entre pasillos blancos, la memoria de la tierra siempre alerta, la tierra grita con cantos despiertos matando amores para despertar...

En su cama están los niños dormidos, uno por uno se levanta entre la oscuridad, toma un disfraz de su habitación favorita, visita a su hermano, a ella y después camina mas allá de sus pasos. Y allá estaban sus dioses, con sangre engendra una libertad hecha de sueños, nadando entre espejos azules hasta el infinito, saltando de nubes extrañas. Y ahí nos miramos, bailando, encontrando instintos ocultos, orgasmos tatuados en la noche, y hasta el extasis gritando de furia y placer hasta que... Como la muerte misma, nos penetra hasta arrancarnos un suspiro, el último...
El último suspiro...