El Mundo

Mundo eterno como un hombre y entero como una mujer...

El Mundo se puede comer a cucharadas o en un frasco de cristal azul, se puede tatuar como una historia, como una leyenda.

Tomalo a cucharadas y recuestate en su lecho, bebelo del frasco y lo veras entero.

El mundo se come entre dos panes, si, entre dos panes.

Come de tu carne y bebe de tu anhelo, beberas sin sabor a viejo, sin sabor a muerte podrida, (de esa en dónde los gusanos deboran), beberas el cielo para que se quede a vivir en tus rodillas...

Mundo siempre te estoy contemplando para preguntarme: ¿Acaso no puedo despertar?

En el mundo todos luchan por el suyo propio y una vez me atrevi a gritar desde lo alto: ¡Te amo mundo entero!

Solo fue un susurro más que se camuflajeó con el viento y me escondí para contarle secretos a la noche, a la más oscura y antes de dormir un viento silencioso entró por mi ventana y como una caricia en mi oído dijo:

Soy un loco desamparado que le grita al mundo lo que casi nunca escucha, se lo digo con palabras sordas, con palabras mias- ¡Abro los brazos para ti mundo, vivimos juntos!

Fantasma?