Una vez se asomó por mi ventana, entró a mi habitación entre melodías lejanas, me acarició los pies, enfrió mis manos y calentó mi pecho, se cortó mi respiración, después se fue como se va la noche y en mis oídos quedó tatuado un susurro: "Vamonos de aquí"
Aves luminosas dejan caer su plumaje sobre el océano, el viento y el tiempo se detienen... Solo el atardecer y el silencio son testigos de como fue que le salieron alas al mar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario